El Almería sigue sin poder olvidar la remontada sufrida en Carranza

El derbi del pasado viernes en Carranza entre Almería y Cádiz acabó como el rosario de la aurora y, días después, han llegado las consecuencias. Especialmente para el conjunto mediterráneo, que acabó perdiendo los papeles y el partido.

Como muchos aficionados pueden recordar, el encuentro tuvo dos jugadas muy polémicas y que acabaron con dos expulsiones de jugadores indálicos; la primera roja directa, tras un derribo a Roger siendo último hombre, fue para Kaiky en el minuto 30, y al segunda, en el 51', para Bruno Langa por una entrada dura a Roger con balón por medio.

Pero esas no fueron las únicas dos expulsiones que mostradas por el árbitro vasco Palencia Caballero, que en el 68' mandó al vestuario al técnico del cuadro visitante Rubi y con el encuentro ya finalizado expulsó a otro jugador, Melamed. El cuadro local salió airoso de todo ello pese a que al término del encuentro hubo alguna que otra tangana entre futbolistas de uno y otro equipo.

Pues bien, el Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol ha acordado sancionar con dos partidos al técnico del Almería, Joan Francesc Ferrer Rubi, y dos también a su jugador Nico Melamed. En el caso del jugador, por encararse con un árbitro asistente «de forma agresiva y gritarle ¡habéis hecho una puta mierda de partido!», señaló en el acta escrito por Daniel Palencia Caballero.

Tanto Kaiky Fernandes como Bruno Langa, también expulsados en el ese mismo encuentro, han sido castigados cada uno con un partido de suspensión. Rubi fue expulsado por protestar desde el banquillo, después de que su equipo se quedara con nueve jugadores en Cádiz.