Cádiz Cf
La permanencia está atada para el Cádiz CF
LALIGA HYPERMOTION
La victoria sobre el Sporting y el posterior empate del Eldense deja a los amarillos con una ventaja de nueve más uno a falta de quince puntos por disputarse
El enésimo debut de Enrique con el Cádiz CF

Si la victoria contra el Sporting alivió a más de uno tras la peligrosa deriva clasificatoria que estaban protagonizando los amarillos, el posterior empate del Eldense frente al Córdoba dejó prácticamente atada la salvación en la Tacita de Plata. El Cádiz CF miraba de reojo el duelo entre alicantinos y cordobeses, y oxigenó por completo sus pulmones cuando Obolskii igualó la contienda en el Nuevo Pepico Amat.
Todo parecía ir de cara para el Eldense, equipo que abre la zona roja de la tabla en Segunda División. Se adelantó pronto en el marcador a través de Diawara y, en el minuto 64, comenzó a disfrutar de superioridad numérica tras la expulsión de Magunazelaia en el Córdoba. Pero fútbol es fútbol y el cuadro andaluz, próximo rival liguero del Cádiz, logró el empate a falta de dos minutos para el pitido final.
Un resultado que beneficia los intereses clasificatorios del Cádiz CF. A falta de quince puntos por disputarse en LALIGA HYPERMOTION, los de Gaizka Garitano tienen una ventaja de nueve puntos sobre el CD Eldense. O lo que es lo mismo, nueve puntos de margen sobre la zona de descenso. Además, los amarillos tienen ganado el enfrentamiento directo contra los alicantinos y, en caso de empate a final de temporada, serían los cadistas los que quedarían por encima en la tabla.
La permanencia no es matemática, pero sería una auténtica catástrofe que se dieran todas las condiciones necesarias para que el Cádiz cayera al pozo: milagro de victorias del Eldense, desastre por parte de los amarillos que todos los que se encuentran en la tabla entre alicantinos y gaditanos superasen a los cadistas. Así que, a falta de cinco jornadas, se podría decir que Gaizka Garitano ya ha logrado el objetivo que le marcaron cuando aterrizó en la Tacita de Plata, aunque el vasco no quiera confianzas, como es lógico, y quiera sellarlo de forma matemática lo antes posible para poder centrarse en ese proyecto que tiene en mente para el próximo curso.