Dónde comer el mejor 'pescaíto frito' en Cádiz

Mercedes Ordóñez

Cádiz

09/06/2025
Actualizado 13/06/2025 a las 11:49h.

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Pocos platos identifican tanto a una ciudad como el pescaíto frito a Cádiz. En el mercado de abastos, en sus calles y bares, este clásico de la cocina andaluza es un indispensable para los amantes del buen comer.

Es habitual encontrarlo en cucuruchos de papel para llevar o servido en platos en los bares de siempre, acompañado por una Cruzcampo bien fría o una copa de fino. Aunque muchas ciudades del sur presumen de su fritura, en Cádiz el «pescaíto frito» tiene un peso especial: es parte de la idiosincrasia de la ciudad, un símbolo de identidad gastronómica y cultural.

Detrás de su aparente sencillez, pescado, harina y aceite, hay toda una técnica que se ha perfeccionado con los años. No se trata sólo de freír, sino de saber escoger el pescado adecuado, enharinarlo con criterio y lograr el punto justo de fritura para que quede crujiente por fuera y jugoso por dentro, sin exceso de grasa. Además, la variedad de especies que se emplean, muchas de ellas procedentes de la propia Bahía de Cádiz, hace que este plato refleje también el vínculo directo entre el mar y la mesa.

Hoy en día, el «pescaíto frito» sigue siendo una referencia tanto en la cocina tradicional como en propuestas más contemporáneas. Desde los freidores clásicos del centro hasta restaurantes que reinventan la fritura con técnicas más refinadas, el pescaíto continúa siendo una de las grandes señas de identidad del recetario gaditano.

Este artículo de GURMÉ Cádiz repasa los establecimientos más significativos de la capital gaditana en los que probar el mejor «pescaíto frito».

En este clásico establecimiento del casco antiguo de Cádiz, regentado por Dioni Amaya, sirven el pescado frito de toda la vida. En su barra, en sus mesas altas, e incluso en su pequeño salón interior, tienes la oportunidad de probar sus tapas y platos de pescados típicos de la costa gaditana. Su público, gaditano en su mayoría hasta la llegada de cruceros y turistas en los meses de sol, lo sabe bien. Y es por ello que se ha convertido en una de las paradas imprescindibles para tapear en el centro de la ciudad.

Casa Pepe tiene como especialidad sus boquerones o cazón en adobo, sus ortiguillas fritas, sus pavías de merluza rebozadas, sus tapas frías o guisos marineros como chocos con patatas o garbanzos con langostinos, entre otros.

A pocos pasos del Mercado de Abastos, conocido popularmente como Bar Paco, se sitúa este clásico establecimiento que se ha convertido en parada obligatoria para quienes buscan el sabor más auténtico del pescaíto frito.

Fundado en los años ochenta y regentado hoy por Paco Abeijón y su hija Carmen, este pequeño local mantiene una fidelidad absoluta a la tradición gaditana: pescado fresco de lonja, fritura limpia y precisa, sin artificios.

Su oferta varía según el género del día, pero no suelen faltar las morenas en adobo, los plateritos, las puntillitas o los chocos, servidos al momento con una textura crujiente y un sabor que respeta al máximo el producto. El local, sin carta fija, expone su menú en una pizarra y suele llenarse de fieles clientes, lo que da aún más valor a una cocina sencilla pero impecable.

En la emblemática Plaza de San Antonio, el Café Bar Andaluz sigue siendo uno de los referentes de la cocina tradicional gaditana. Este bar familiar, regentado por Juan Ramón Salcedo, destaca por su oferta de «pescaíto frito» de calidad, con pescados que llegan cada mañana de las lonjas del Puerto de Santa María, Sanlúcar y Chipiona

Su propuesta incluye calamares, acedías, salmonetes, pijotas y surtido variado de boquerones, todo servido con un rebozado limpio, crujiente y ligero.

La Freiduría Las Flores, situada en plena Plaza de las Flores, se ha convertido en toda una institución gaditana. Con su inconfundible mostrador repleto de cartuchos, es uno de esos lugares donde el «pescaíto frito» es santo y seña de la gastronomía gaditana. El establecimiento fue fundado a finales del siglo XIX y hoy está gestionado por la familia Villar–Neira.

El producto llega a diario desde la lonja, se enharina sin exceso y se fríe en aceite limpio y a la temperatura justa. Puntillitas, chocos, boquerones, cazón en adobo, tortillitas de camarones o gambas frescas: la variedad impresiona, pero más aún la regularidad con la que se sirven raciones crujientes, doradas y nada pesadas.

El vaivén constante de clientes, locales y visitantes, y la posibilidad de comer tanto en barra como en terraza o llevarse el cartucho para disfrutarlo paseando, hacen de Las Flores una parada esencial para comer pescado en Cádiz.

En primera línea del Paseo Marítimo gaditano, La Marea se ha consolidado, tras su fundación en 1988, como un espacio que aúna marisquería, cervecería y restaurante. Su amplia terraza con vistas a Playa Victoria da la bienvenida a familias, turistas y habituales que acuden por su pescado fresco y frito, marisco y arroces, tanto clásicos como innovadores.

La carta de la barra ha ganado protagonismo con ofertas como tacos de camarones con pico de gallo, mientras que en sala sobresalen los arroces «del Señorito» o «Verde» y elaboraciones a la brasa o en horno Josper

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