con 'C' de Cádiz

«La plazoleta de la glorieta de La Voz está dejada de la mano de Dios desde hace 20 años»

Maricarmen macías barba. encargada de cafetería bar

Esta hostelera asidonense lleva más de dos décadas viendo el deterioro de una rotonda y de unos de los motores económicos de una ciudad en retirada

Maricarmene, en la puerta abatible de la cocina del bar donde trabaja desde hace más de veinte años. Francis jiménez
Alfonso Carbonell

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Una café bar anclado en el corazón de la Zona Franca de Cádiz es un termómetro ideal para tomar el pulso a la industria de una ciudad que va restando habitantes conforme va perdiendo competitividad y se va convirtiendo en un paraíso para funcionarios y jubilados. María del Carmen Macías Barba (Medina Sidonia, 1974) lleva más de veinte años sirviendo desayunos y almuerzo en la glorieta de La Voz, como comúnmente se conoce a la plaza donde echó a andar casi que a la misma vez este periódico y el bar La Glorieta, el primero en lo alto y el segundo a los pies del edificio que hace un tiempo era coronado por las encendidas letras de esta cabecera con más de dos décadas al servicios de la información local.

Antes de ello, Maricarmen trabajó junto a su hermano en la cafetería del colegio Salesianos que durante varios años fue una de las terrazas más concurridas por los vecinos gaditanos gracias a lo fresquito que se estaba mientras se disfrutaba de un ambiente de lo más familiar y sencillo. Años y años de experiencia en la hostelería le ha servido para ser en la actualidad la encargada de Los Olivos, nuevo nombre que ha tomad el relevo del Glorieta en una zona de Cádiz olvidada por el ayuntamiento y que está a la espera de la edificación de nuevas viviendas

Porque el eterno solar de Navalips es para muchos gaditanos una puerta a la esperanza para insuflar algo de vida a una ciudad en retirada y, de paso, revivir el entorno de una zona que ha ido perdiendo fuelle con el paso del tiempo, las crisis y la aparición del teletrabajo a raíz de una pandemia que lejos de hacernos mejores parece nos ha convertido en más acomodados y perezosos. Maricarmen le pone todo el corazón que tiene a que su clientela esté servida cuanto antes y gracias a su memoria muchos de sus clientes tienen su desayuno en la mesa casi que sin haber tenido tiempo de pedirlo. Lleva más de veinte años en la glorieta y desde entonces no ha visto mejora alguna en una plazoleta para la que pide, qué menos que unos columpios y una manita de pintura.

-No le hacía yo de Medina Sidonia, Maricarmen.

-Pues sí, allí nací yo en agosto del 1974 y allí estuve hasta los 18, 19 que me vine a trabajar a la calle Rosario, al Nicanor.

-Hombre, un mítico de las noches de Cádiz. Pero no me vaya tan rápido. ¿Cómo es esa adolescencia en Medina?

-Ah, pues mi infancia en el colegio, muy bien. Y luego, sus marchitas y sus fiestecitas.

-Medina tiene su rollo, ¿no?

-'Hoooombreeee'. Aunque tenía más entonces, eso sería los 80 larguitos y los 90.

-Buenas ventas y buena gastronomía por allí.

-Perfecta.

-¿Llegó a trabajar allí?

-Allí trabajé dando servicio de catering.

-¿A qué se dedicaban sus padres?

-Mi padre se dedicaba a la albañilería y a la hostelería y mi madre, en casa.

-¿Tenía un bar o algo o qué?

-No, no. Mi padre se dedicaba a la albañilería y trabajaba los fines de semana en las ventas, en las mejores ventas.

-Dígame algunas.

-La Duquesa y en otra venta que estaba a las afueras muy buena.

-¿El Carbón?

-No, en El Carbón estuve yo un tiempo.

-¿Y cómo es que se viene a Cádiz?

-Me vengo a Cádiz porque yo trabajaba en el 'Nicanó', pero yo trabajaba en la casa, en el servicio doméstico.

-Cuénteme eso.

-Yo cuidaba al dueño del 'Nicanó', a Francisco Garrido Forero. Vamos, yo estaba cuidando de las dos personas mayores que vivían arriba, en una casa muy antigua; una pedazo de casa que no veas...

-¿Y qué era lo que después fue la taberna?

-Eso lo tenían cerrado entonces, en aquella época lo tenían cerrado. Yo cogía los pedidos porque ellos eran proveedores de bebidas y destilería; entonces, yo cogía el teléfono, pero ese bajo lo tenían cerrado, lo tenían solo de solamente de mercancía, vamos, como de almacén para proveer a los demás.

-¿Y cuándo abrió el 'Nicanó' entonces?

-El 'Nicanó' ya después lo abrió, creo que fue el nieto, no hace mucho, en los 90. Antes lo alquilaron. Yo creo que eso empezó a funcionar a finales de los 90 porque en el 97 tuve yo a mi hija.

-Mítica la competencia en las copas con la Peña Los Dedócratas. Buenas noches se han pasado por ahí, joe.

-Claro, claro. La Peña; aquello, la calle se ponía que no vea.

-Hombre, y tanto. Me acuerdo fuera recogiendo vasos para la peña. ¿Quién robaba más vasos, la peña o el 'Nicanó'? Jajaja.

-¡Yo no sé porque yo trabajaba arriba en la casa! Jajaja. Yo no estaba allí, lo que pasa es que veía toda la movida por la ventana; yo era una chiquilla. Yo tendría 20 años, yo me quedé embarazada estando trabajando allí, en el 'Nicanó. Me quedé embarazada en el 96 y en el 97 tuve yo a mi hija.

-Vale, vale, vale. Entonces, ¿cuál es su primer paso en la hostelería en Cádiz?

-Después de estar en el 'Nicanó', me vuelvo para Medina, pero estuve poco tiempo porque ya cuando mi hija tenía 3 o 4 años, me vine a trabajar aquí a Cádiz, que mi hermano y mi 'cuñá' cogieron la cafetería del colegio Salesianos y la abrieron.

-Grandes caracoles que había.

-Hombre, y la mejor terraza de verano que ha habido en todo 'Cádi'.

-Sí es verdad que se puso muy de moda.

-¡Hombre!

-Jajajaja

-Pues allí estuve yo hasta el 2019. 18 años me he 'pegao' yo allí.

-Ajá. Bueno, ¿y qué tal?

-Bien, allí estupendamente, allí pasé muy buenos años. 'Musho' trabajo, pero pasé muy buenos años.

-Muy fresquito que se estaba allí en mitad del patio.

-La mejor terraza de niños; allí conocí a muchísima gente. Y bueno, a todo el el profesorado. Llevábamos también el comedor escolar. Hacíamos bocadillos por la mañana, los desayunos; luego llevábamos el comedor escolar, que entonces había colegio por la tarde, martes y jueves. Nosotros teníamos 300 niños de comedor, que estaba entre la cafetería del colegio y el salón de antiguos alumnos.

-¿Y con qué se queda, con los niños o los adultos?

-Me quedo con los dos, pero sobre todo con los niños.

-¿Y qué tal con los salesianos?

-Muy bien, muy bien. 'Vamo', de 'hesho' todavía tengo amistad con ellos y voy por allí de vez en cuando.

-¿Y por qué se acabó aquello?

-Porque el administrador de allí le propone a mi hermano unas condiciones que no eran, y era para que entrara la empresa de catering y comedores que se llama Serunion; esa gente llevan comedores escolares, llevan residencias de ancianos, todas esas cosas.

-Se acaba Salesianos y qué hace después.

-'Po' me vine 'pa cá', al Glorieta, porque era de la misma empresa familiar.

-¿Cuándo abrió el Glorieta?

-La Glorieta se abrió en octubre de 2005.

-Cierto, casi que con LA VOZ de Cádiz, que estábamos arriba. De hecho, muchos gaditanos aún le siguen llamando a esta glorieta la rotonda de La Voz debido a ese cartelón con luces que coronaba al edificio. ¿Qué era esta cafetería antes?

-Aquí yo no sé lo que había antes, pero es que yo creo que no había nada. El bar La Glorieta se hizo con el edificio y, sí, es verdad, se le conoce como la glorieta de La Voz.

-¿Como notó el cambio de trabajar en un colegio a un bar donde suelen ir trabajadores?

-Ah, pues bien. Hombre, echaba mucho de menos los bocadillos, echaba mucho de menos los niños. Es que eso era... Que además era un colegio enorme porque había 1.700 alumnos, no sé si habrá más. Y mucho profesorado con el que me llevo muy bien con todos ellos.

-¿Por qué zona vivía de Cádiz?

-No, yo vivo en Chiclana. Nací en Medina, he trabajado en Cádiz y vivo en Chiclana por circunstancias. Bueno, yo me casé y enviudé ahora ha hecho tres años.

-Bueno... ¿A qué se dedicaba su marido?

-A la hostelería.

-Volvamos al Glorieta, un bar en el corazón de la Zona Franca. ¿Cómo ha ido viendo el cambio de clientela tras más de veinte años atendiéndola?

-No tiene nada que ver, vamos. Del 2005 al 2025 no tiene nada que ver, pero nada. Del movimiento que había y de las empresas que venían, o de las personas que venían aquí a comer con los tickets de empresas.

-¡Es verdad! Eso se ha 'perdío' ya, ¿no? ¿Los siguen aceptando?

-Los seguimos teniendo, pero apenas viene nadie. Si es que no hay trabajadores y los trabajadores que hay son funcionarios.

-¿Eso no tienen cheques de comida o qué?

-No, aparte es que no trabajan por las tardes.

-Entiendo que esto a las cuatro, cinco de la tarde ya es un desierto.

-A las cinco cerramos nosotros.

-¿Y antiguamente teníais terraza de noche?

-Terraza de noche y por las tardes aquí había un ambientazo que no 'vea', de gente todavía trabajando, que a lo mejor salían a las seis, siete de la tarde, se tomaban su cervecita y se quedaban aquí. Hubo muchas empresas. ¿Cuántos había ahí en Vodafone, chiquillo? ¡Que venían aquí todos los días! Que antes eran ONO. ¿Cuántos había de ONO que estaban ahí en las oficinas y se les veía por todos lados?

-Cierto, que levantaron medio 'Cádi'.

-Trabajadores, curritos y sus jefes, Todos venían por aquí. Y otra cosa, además, la plazoleta esta está 'dejá, dejá, dejá'.

-Venga, vamos a ello, que estaba loca por decírmelo.

-Jajajajajaja

-Tiene los mismos años que el edificio. Se hizo y desde entonces, nada más. ¿No?

-'Hoooombre'. La plazoleta es del mismo año que el edificio y desde entonces no se ha cambiado nada. Vamos, que yo sepa y que haya visto, aquí, en la plazoleta, no se ha puesto ni una mano de pintura. Si está 'yo desconchao, to levantao'. Está 'to dejao' de la mano de Dios, vamos. Vaya, ya podían poner unos columpios, un parque infantil, algo.

-Lo máximo que os han puesto es un circo o castillos hinchables en el solar que tienen al lado.

-Ya ves, los terrenos de Navalips.

-Vuestra gran esperanza, imagino.

-Ahí creo, o dicen, que van a ir edificios; por lo que he leído creo que van tres pastillas de actuaciones de edificación. Yo es que me entero de eso porque nos convenía. Ahí, según dicen, van 800 viviendas, ¿no?

-Esperemos...

-Esperemos verlo, no como el hospital.

-Eso daría vida al bar restaurante Los Olivos, que este nuevo proyecto tras el cierre del Glorieta.

-Sí, por eso, más que nada, mi jefe se comprometió con este bar. Decían que para este año le iban a meter mano, meter mano...

-Bueno, de momento lo único que se ha visto es unos castillos hinchables que estuvieron la semana pasada.

-Sí, y el circo que vino el año pasado. Pero, por lo visto, todo eso de la obra se va a alargar.

-En sus mejores pronósticos, ¿cuándo estarían habitadas dichas edificaciones?

-Pues yo creo que, dicen, que hasta dentro de un año por lo menos no le meten mano. Por lo que creo que por lo menos cuatro años o más, ¿no?

-Hábleme del nuevo proyecto, este de Los Olivos que ha sustituido a la Glorieta. ¿Por qué Los Olivos?

-Porque mi jefe tiene dos bares más en San Fernando que se llaman Los Olivos, Los Olivos I y los Olivos II. Uno lo tiene en la barriada de Los Olivos y el otro lo tiene al lado de San Fernando Plaza de Almirante León.

-¿Y cómo ha arrancado?

-Yo soy la encargada, pero esto está costando la misma vida.

-Por todo lo que me ha comentado anteriormente entiendo.

-Por lo que estamos hablando. Y luego también, a raíz de la pandemia, porque el teletrabajo también está quitando mucho cliente. Pero mucho, mucho.

-Un valiente su jefe.

-Se ha 'arrojao', se ha 'arrojao'. Pero claro, es verdad, porque aquí, por ejemplo, mucha gente de este edificio teletrabaja. La gente del INE y algunas más, 'to' esa gente teletrabaja, que vienen, a lo mejor, dos días a la semana.

-O sea, que si ya había poca vida por la Zona Franca, ahora el teletrabajo se está cargando la poca que queda.

-El teletrabajo se la está cargando. Yo entiendo que beneficia a los trabajadores a los que lo usan, pero a la ciudad le quita vida. Porque además, esto está en una zona que es de trabajadores. Y está costando la misma vida levantarlo.

-Entiendo que la clientela no ha cambiado mucho, pero ¿cómo es el cliente medio de Los Olivos?

-Está cambiando porque además, como aquí cambia mucha gente de... se llevan gente para la Plaza Asdrúbal, vienen. Luego está ahí lo de Dadisa.

-¿Qué tiene que ver la plaza Asdrúbal?

-Porque hay cosas que están y que se llevan allí, en las oficinas de la Junta de allí.

-Ah, vale, vale, vale.

-Pero está viniendo mucha gente de Dadisa, que vienen a reconocimientos médicos. Por lo menos, en los desayunos sí se ve un poco más de movimiento.

-Eso le iba a decir. ¿Qué pega más fuerte?

-El desayuno, el desayuno. Se ve más movimiento por todo lo que te digo. Luego, también, mi jefe ha cogido la cafetería del tanatorio. Entonces, si no quieren estar allí, le damos la opción de venirse aquí.

-Una mijita más alegre, ¿no?

-Ahí va. Por lo menos que cojan aire.

-Bueno, poco a poco a la espera de esas viviendas.

-Eso sería lo ideal Y también que le metieran mano un poquito a la plazoleta. Yo qué sé, que pusieran algo de parque infantil, porque esta plazoleta para los niños sería un 'peaso' de plazoleta.

-Algo que también os dará beneficio es el fútbol, ¿no?

-El fútbol nos lo han puesto este año los 'partíos mu' malamente.

-Se lo digo o se lo cuento.

-Hombre, el horario es fatal.

-A ver quién tiene mano con Tebas.

-'Po' tú me lo pasas a mí y yo se lo digo.

Porque a nosotros cuando más nos levanta esto es cuando juega las cuatro y cuarto de un sábado o de un domingo, da igual. Cuatro y cuarto o a las seis y media; esa es la hora buena 'pa' que juegue el 'partío'.

-¿Dan comida o también esperan a que acabe el partido cuando es a esa hora?

-No, pero a las seis y media come la gente aquí tranquila, se toman su copita, se toman su cafelito y se van 'pal partío' tranquilos.

-¿En función del Cádiz abren o no abren o abren 'to' los fines de semana?

-Ahora estamos abriendo el domingo nada más.

-¿Y si jugase el Cádiz el sábado abriría?

-Lo cambiamos, sí. Y cerramos el domingo. Aunque también hemos abierto sábados y domingos muchas veces; cambiamos más o menos el personal y eso y si hay que abrir, se abre dependiendo de las circunstancias y los eventos que pueda haber.

-¿Cuántos trabajadores son?

-Ahora mismo de momento somos tres. Y ojalá se pudiera ampliar todo el trabajo.

-Pues que así sea y a la espera de esas viviendas estaremos.

-Ojalá.

-Muchas gracias.

-A ti.

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